El ensayo de Darin McNabb (Ensayo) , basado en las ideas de Peter Singer, me ha llevado a una reflexión profunda sobre cómo los intereses de todos los seres sintientes están inextricablemente ligados a su capacidad de sufrir. Singer plantea que cualquier ser capaz de sufrir tiene intereses que deben ser considerados éticamente, lo cual me lleva a pensar en la correlación entre los intereses y el propósito dentro de la dialéctica propositivista.
En el propositivismo, hablamos frecuentemente del propósito como una fuerza motriz en la vida de los individuos y las sociedades. Este propósito, sin embargo, no es un ente aislado; está intrínsecamente conectado a los intereses de los seres sintientes. El propósito de una persona o de una comunidad no puede realizarse plenamente si promueve el sufrimiento de otros, ya que el sufrimiento es una manifestación del conflicto de intereses no reconciliados.
Así como la libertad de uno termina donde comienza la libertad del otro, ningún propósito puede considerarse ético o sostenible si conlleva el sufrimiento de otros seres sintientes. Esto nos lleva a una comprensión más amplia del propositivismo, donde la búsqueda del propósito personal y colectivo debe alinearse con el respeto y la consideración de los intereses de todos los seres que pueden sufrir.
Tomemos como ejemplo a México, un país con un profundo anhelo de cambio, de unirse en un propósito común: erradicar la corrupción, usar la tecnología para impulsar el progreso, y fomentar la naturaleza y la sostenibilidad. Plataformas como Conoce.me pueden jugar un papel crucial en este proceso, uniendo a personas con propósitos alineados, facilitando la colaboración entre ciudadanos que desean ver un país más justo y equitativo. Este es un ejemplo de cómo el propositivismo puede catalizar la unificación de intereses en busca de un bien común, donde cada individuo, al perseguir su propósito, contribuye al bienestar general sin causar daño a otros.
Sin embargo, debemos hacernos una pregunta crucial: ¿Están nuestros intereses alineados con nuestros propósitos? En muchas ocasiones, nos encontramos persiguiendo propósitos ajenos, propósitos que parecen ofrecernos atajos en este juego llamado «la carrera de la rata», pero que en realidad nos desvían del verdadero camino. La vida es como un juego de serpientes y escaleras; no sirve de nada llegar a la meta si no se ha jugado con valores y justicia. Llegar a la cima a costa de otros es, en última instancia, un fracaso moral. En lugar de ver el propósito como una meta que debemos alcanzar a cualquier costo, deberíamos considerarlo como un proceso que debemos recorrer con integridad, respetando los intereses de los demás.
El propositivismo digital nos ofrece una herramienta poderosa para asegurarnos de que los intereses de la nación estén realmente representados por los intereses de sus ciudadanos. Un ejemplo de esto es el voto electrónico, una herramienta que, cuando se utiliza correctamente, puede reflejar con precisión la voluntad del pueblo, asegurando que los verdaderos intereses de la nación, de sus ciudadanos y de todos los seres sintientes, sean considerados. La tecnología puede facilitar la transparencia, la participación y la equidad, permitiendo que el propósito colectivo de una sociedad sea alcanzado sin sacrificar los principios éticos fundamentales.
Por lo tanto, el propositivismo no solo busca la realización de propósitos individuales y colectivos, sino que también promueve la unificación de intereses, reconociendo que la armonización de estos es esencial para la construcción de un mundo más justo y equilibrado. En este sentido, el propositivismo puede y debe ser una filosofía que fomente la conciencia de la importancia de considerar todos los intereses, de todos los seres sintientes, en nuestras decisiones y acciones. Esta unificación de propósitos e intereses no solo evita el sufrimiento innecesario, sino que también potencia la creación de una sociedad donde el bienestar de todos es el objetivo final.
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