Max Borders, en su libro «Social Singularity», vislumbra un futuro marcado por la diversidad de modelos sociales. En este escenario, las personas tendrían el derecho de elegir y abandonar cualquier asociación a su voluntad.
Partiendo de esta idea, la combinación de diferentes modelos de gobierno, enriquecida con la innovación y adaptación que brinda la inteligencia artificial, se presenta como un enfoque progresista y prometedor, especialmente para países como México. Podemos aprender de naciones como China, Estados Unidos, Holanda, India y hasta Cuba, seleccionando y adaptando lo mejor de cada uno.
La «exogamia» de modelos sugiere la integración de lo más destacado de diversos sistemas, personalizándolos para satisfacer las necesidades y características únicas de México. Un ejemplo inspirador es Estonia, que ha utilizado la inteligencia artificial y otras tecnologías para aumentar la eficiencia y transparencia de sus servicios gubernamentales. Esto podría traducirse en la simplificación de procesos burocráticos y en el uso de análisis de datos para una formulación de políticas más efectiva.
Para una economía cada vez más digitalizada y basada en el conocimiento, México debe priorizar la inversión en educación y capacitación, fomentando habilidades en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), así como habilidades blandas como el pensamiento crítico y la creatividad.
La conectividad futura dependerá no solo de infraestructuras físicas como carreteras, sino también de redes digitales, incluyendo satélites e inalámbricas. Estas tecnologías permitirán conectar a las personas en todo México, facilitando procesos democráticos como la votación y la rendición de cuentas, así como la participación ciudadana a través de plataformas digitales para la toma de decisiones y la recopilación de opiniones.
Es vital invertir en organizaciones que desarrollen tecnología enfocada en las necesidades sociales, desde la salud y la educación hasta la seguridad y el bienestar económico. Esto garantizará que todos los sectores de la sociedad se beneficien de un progreso social, transparente y digitalizado.
Los gobiernos deben emplear estas tecnologías avanzadas para gestionar los recursos naturales de manera sostenible y enfrentar desafíos como el cambio climático y la conservación del medio ambiente. México deberá asegurarse de que el uso de tecnologías avanzadas, especialmente la inteligencia artificial, se realice respetando la privacidad y la seguridad de los ciudadanos, con regulaciones claras y transparentes, y utilizando sistemas blockchain públicos.
Además, será esencial aprender y colaborar con otros países y organizaciones internacionales, adaptando las mejores prácticas a las realidades locales.
Sin embargo, el mayor desafío radica en encontrar un equilibrio, especialmente en ámbitos complejos como la gobernanza, la política y la tecnología. Estoy convencido de que hay personas apasionadas por hallar este equilibrio, utilizando la diversidad como un motor para la mejora continua y el desarrollo de políticas y estrategias innovadoras.
Para más información ve el video:
DW- Transformación Digital, Aplicaciones de citas, noticias falsas y el teletrabajo
https://www.youtube.com/watch?v=pvl0q_6LeBY
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