En un mundo donde la digitalización de las relaciones se ha convertido en la norma, las aplicaciones de citas como Tinder emergen como un reflejo de nuestra sociedad y, posiblemente, como moldeadores de nuevos patrones de comportamiento. La inmediatez con la que deslizamos hacia la izquierda o hacia la derecha, basados predominantemente en una imagen, plantea la pregunta: ¿Estamos objetivizando a las personas reduciéndolas a meras imágenes? Esta es una cuestión que, irónicamente, el proyecto Tantuyo y Empareja.Me aborda de manera tangencial, intentando rescatar la esencia humana en un mundo cada vez más virtual.
Históricamente, la atracción física ha sido central en la elección de pareja. No obstante, estas aplicaciones podrían estar exacerbando este aspecto, dándole un peso desmedido en detrimento de otras cualidades igualmente esenciales. El diseño basado en imágenes podría considerarse una limitación tecnológica, pero no podemos ignorar que quizás sea una elección deliberada, alineada con nuestra cultura actual que a menudo prioriza la imagen sobre el contenido. Sin embargo, en la era del «amor líquido», como Zygmunt Bauman describía, las relaciones son más volátiles y menos duraderas, cambiando con la misma rapidez con la que deslizamos en una aplicación. En este contexto, Tantuyo emerge como un intento de resistencia, al buscar crear conexiones auténticas y duraderas entre personas, no basadas únicamente en la apariencia, sino en intereses y valores compartidos.
La autonomía del individuo en la era digital es un tema complejo. Si bien las personas eligen cómo presentarse en aplicaciones de citas, Tantuyo plantea la idea de que tal vez estemos perdiendo la esencia de lo que significa conectarse con otro ser humano. En lugar de ser una manifestación del deseo humano de ser visto y deseado, quizás estemos adaptándonos a una versión digital y superficial del amor.
El concepto de «amor líquido» de Bauman sugiere que en la sociedad moderna, las relaciones son efímeras, carecen de profundidad y son fáciles de terminar. Las aplicaciones de citas, con su enfoque en la imagen y la inmediatez, parecen perpetuar esta visión. Sin embargo, proyectos como Tantuyo nos recuerdan que hay un anhelo subyacente de conexiones más profundas y significativas.
Pero, es esencial preguntarse: ¿Son las aplicaciones de citas las causantes de este fenómeno, o simplemente reflejan una tendencia ya existente? Puede argumentarse que estas aplicaciones son simplemente herramientas, neutras en sí mismas, que se moldean a las demandas de su audiencia. Sin embargo, al igual que otros medios poderosos, tienen el potencial de influir y dar forma a las normas sociales.
La mayoría de las aplicaciones de citas populares se basan en un principio simple: desliza hacia la izquierda si no te gusta, hacia la derecha si te gusta. Esta decisión, en muchos casos, se toma basándose puramente en una imagen. Esta primacía del aspecto físico ha llevado a una cultura de citas que pone un énfasis desproporcionado en la apariencia y en la presentación visual.
Esta tendencia tiene varias repercusiones:
- Refuerza estándares de belleza estrechos: Los usuarios pueden sentirse presionados para ajustarse a ciertos ideales de belleza, lo que puede llevar a problemas de autoestima y a una constante comparación con los demás.
- Fomenta relaciones efímeras: Si una relación comienza basándose principalmente en la atracción física, es probable que no tenga una base sólida sobre la cual construir una conexión más profunda y significativa.
- Reduce a las personas a meras imágenes: Las aplicaciones de citas pueden llevarnos a ver a los demás no como seres humanos complejos con historias, sentimientos y sueños, sino como imágenes intercambiables en una pantalla.
El físico es, sin duda, un aspecto de la atracción. Sin embargo, las relaciones duraderas y significativas se construyen sobre conexiones más profundas: valores compartidos, intereses mutuos, metas de vida similares, y una comprensión y aceptación mutua.
Empareja.me entiende esta necesidad y busca cambiar el enfoque de las citas digitales. Al promover conexiones basadas en afinidades más allá de lo visual, Empareja.me busca rescatar la riqueza y complejidad de las relaciones humanas en un mundo digital.
¿Por qué es esencial este cambio de paradigma?
- Bienestar emocional: Relaciones basadas en una comprensión mutua y en conexiones genuinas son más gratificantes y menos propensas a causar angustia emocional.
- Construcción de relaciones duraderas: Las conexiones profundas son la base para relaciones que perduren en el tiempo, más allá de la novedad inicial.
- Cultivar una sociedad más empática: Al mirar más allá de lo superficial, aprendemos a valorar a las personas por lo que son y no por cómo se ven.
Las empresas detrás de las aplicaciones de citas tienen una responsabilidad ética de considerar las implicaciones sociales y psicológicas de sus productos así como la responsabilidad de replantear el modelo de negocios. Mientras el «amor líquido» puede ser una característica de nuestra época, es esencial que la tecnología no exacerbe su prevalencia, sino que busque formas de fomentar conexiones genuinas y duraderas.
La interacción entre la tecnología, nuestras relaciones y nuestra humanidad es compleja. Pero, proyectos como Tantuyo y conceptos como el «amor líquido» nos ofrecen una lente crítica para examinar y reflexionar sobre el rumbo de nuestras interacciones en la era digital ya que también implican desafíos. Es esencial recordar que detrás de cada perfil hay una persona real, con sentimientos, sueños y deseos. Empareja.me representa un paso hacia un mundo de citas digitales más consciente y humano, donde las conexiones genuinas son la norma y no la excepción.
https://www.propublica.org/article/dating-apps-can-be-dangerous-congress-is-investigating
https://www.dailymail.co.uk/femail/article-11729655/Dating-app-users-addicted-spend-nearly-HOUR-swiping-day.html
https://medium.com/mental-health-and-addictions-community/why-dating-apps-are-so-addictive-9a4e95be76f1
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